Las prótesis de silicona se han utilizado en millones de mujeres alrededor del mundo desde 1960. Las características de su fabricación y el tipo de silicona han ido variando con la aparición de nuevas tecnologías, disponiendo en la actualidad de prótesis de altísima calidad y resistencia, respaldadas por estudios biomecánicos y científicos que permiten su utilización dentro de márgenes de seguridad muy amplios. En 1990, la FDA (Federal Drug Administration) vetó la utilización de las prótesis de gel de silicona en los Estados Unidos hasta que se demostrara que su uso no aumentaba los riesgos de aparición de cáncer de seno y el desarrollo de enfermedades auto-inmunes. Esta medida tuvo repercusión mundial y por esta razón el uso de las prótesis llenas de solución salina se incrementó durante más de una década. A comienzos de 2005, la FDA aprobó nuevamente la utilización de las prótesis de silicona para uso cosmético o reconstructivo, después de reconocer la validez de múltiples estudios clínicos prospectivos, en que se demostró que estadísticamente su uso no esta relacionado con el cáncer mamario ni con las enfermedades auto-inmunes.
Durante la década de prohibición de la utilización de la silicona, aparecieron en el mercado prótesis rellenas de materiales diversos como el llamado hidrogel, el aceite de soya, gelatinas de origen animal, y muchas otras sustancias que poco a poco fueron cayendo en desuso al demostrarse sus riesgos y complicaciones.
En términos generales existen dos tipos de prótesis mamarias universalmente aceptadas, las prótesis rellenas de solución salina y las prótesis de gel de silicona.
Ambos tipos de implantes constan de una envoltura externa hecha de silicona sólida que contiene en su interior solución salina, silicona en forma de gel de diferentes especificaciones o una mezcla de ambos. Esta envoltura o cubierta puede ser lisa o texturizada. Las prótesis lisas fueron utilizadas ampliamente pues permiten que la prótesis se mueva fácilmente dentro del seno contribuyendo a mejorar la apariencia y la naturalidad a la palpación, pero la alta incidencia en la aparición de retracción capsular o endurecimiento después de unos meses de la cirugía ha hecho que su utilización cada vez sea menor. Las prótesis texturizadas tienen una superficie “aterciopelada” diseñada especialmente para que la aparición de esta retracción capsular sea menos frecuente y por esta razón su utilización es casi universal en la actualidad.
PRÓTESIS DE SOLUCIÓN SALINA
Lisas o texturizadas, las prótesis vienen desocupadas. Poseen una válvula unidireccional en su parte más alta a través de la cual el cirujano introduce, mediante un tubo especial y una jeringa, la solución salina de relleno.
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Prótesis Texturizada Desocupada |
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Prótesis Lisa Desocupada |
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Válvula de Llenado |
En general las incisiones de la piel cuando se utilizan este tipo de prótesis, son de menor longitud que las que se requieren con las prótesis de silicona, pues el cirujano dobla la prótesis sobre si misma antes de introducirla en el bolsillo elaborado por detrás de la glándula mamaria o el músculo.
Una vez que está adentro, el cirujano llena la prótesis con solución salina hasta obtener el volumen deseado, dependiendo de la capacidad de la prótesis escogida.
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Prótesis desocupada |
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Prótesis llena |
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Prótesis parcialmente llenada |
Los resultados finales son definitivos en la mayoría de los casos. Alguna veces, debido a fallas en la fabricación de la válvula de llenado o por evaporación o filtración de la solución a través de la pared de la prótesis, la mama pierde volumen, cambia de forma y se evidencias arrugas circunferenciales visibles a través de la piel. No hay ningún riesgo de toxicidad o efectos secundarios de la solución de relleno al atravesar la pared de la prótesis. Simplemente se reabsorbe a nivel capilar.
En estos casos, las prótesis deben ser cambiadas por una nuevas o por prótesis rellenas de silicona, dependiendo de las condiciones de la paciente y del criterio del cirujano.
PRÓTESIS DE SILICONA
Así como las de solución salina, las prótesis pueden tener la envoltura externa lisa o texturizada
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Implante de silicona texturizado |
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Implante de silicona liso |
El gel de relleno puede ser de dos tipos: blando o cohesivo. El gel blando no mantiene una forma permanente y se modifica según los movimientos de la mama y la presión ejercida sobre ellas. El gel cohesivo tiene una forma predeterminada que se mantiene con el movimiento y las presiones externas. Las prótesis rellenas de gel cohesivo siempre son texturizadas.
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Prótesis de gel cohesivo |
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Prótesis de gel blando |
Si el implante de gel blando se rompe, la silicona sale de la prótesis hacia en interior de la cápsula o cicatriz que el organismo forma alrededor del implante, y allí se mantiene; en algunos casos el gel se difunde a través de esta estructura hacia el tejido mamario y los ganglios linfáticos de la axila. Esta difusión no tiene efectos tóxicos demostrados, pero sí puede interferir en la lectura de las mamografías. Cuando el implante cohesivo se rompe, el gel mantiene su forma y no migra por fuera de la envoltura original de la prótesis.
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Prótesis rota de gel blando |
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Implante roto de gel cohesivo |
Las prótesis pueden ser de dos formas: redondas o anatómicas. Las redondas son las que más se usan en los casos de cirugía estética, pues dan una adecuada proyección de la parte superior de las mamas, generalmente aplanada en casos de atrofia después de lactancia o envejecimiento. Las prótesis anatómicas se utilizan con más frecuencia en casos de reconstrucción mamaria pues incrementan la altura del polo mamario inferior.
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Prótesis Redonda |
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Prótesis Anatómica |
Con las prótesis redondas, el cirujano tiene dos opciones de escoger en el mismo tamaño: perfil alto o perfil bajo. El primero tiene un diámetro de la base menor y proyectará la mama hacia delante; las de perfil bajo tienen una base mayor de manera que la mama se verá mas ancha. La elección del cirujano dependerá de las características anatómicas de cada paciente.
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Perfil Bajo Perfil Alto |
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